martes, 22 de junio de 2010

"Un retrato para Dickens" - De Armonía Somers.


"UN RETRATO PARA DICKENS" - DE ARMONÍA SOMERS

No, no era posible resistir el peso del cielo solitiario que se me abrió entonces encima dejándome su exacto centro. Se amaban, qué cosa inexplicabe, aquello no era sino estar uno en el otro, algo tan miserable y rotundo a un tiempo que permitía levantarse de los golpes y persistir con la misma paciencia de un corazón que fabrica latidos. Yo no sabía ya que hacer. Oriné en la rejilla toda mi amargura y, aunque decidirme desde ese momento por la Gertrude era algo así como jurar robarse la bandera de un barco pirata, me fui de nuevo a la cama. Oí por un breve tiempo respirar a mis hermanos en su felicidad de pobres diablos sin más aventura que algún resuello cualquiera. Luego empecé también yo a sumergirme en aquel lago sin fondo al que nunca se entrará con los ojos abiertos. Y por primera vez en la vida soñé con unas benditas palomas que desde esa noche no me dejarían en paz en cuanto cayera dormida. Los bichos se aparecieron a través de la arpillera de la cortina, luego invadieron el cuarto. No jugaban ningún papel allí, no parecían querer ni ofrecer nada. Para el comienzo de su larga actuación se habían disfrazado de lo que eran sencillamente.

La chica apareció al otro día a nuestro piso a llenar un balde de agua. Alguien había reatado el grifo con un alambre en tanto cortase un anillo de cuero para la válvula.

- No se puede - dije entonces acercándomele, mientras me quitaba de los ojos el sueño de las palomas que aún seguía entre pestaña y pestaña.

- ¿Y por qué? - se atrevió a preguntar ella con una voz que parecía no salirle del cuerpo, sino de alguna de las magulladuras que se lo tatuaban.

Tragué saliva, luego me revolví los hígados para sacar a luz mi mejor mentira fantástica, y le dije que tal vez nunca más tendríamos agua, que el inquilino nuevo y su mujer eran unos monstruos a los que les gustaba vivir en seco, y que quizás por esto habrían sellado la canilla para siempre. Estuve pensando aún cuánto sería verdad y cuánto mentira en todo aquello.

Somers, Armonía. Un retrato para Dickens. Montevideo / Editorial Arca / 1969. Transcripción.


Esta novela corta desarrolla un racconto en primera persona a cargo de una niña huérfana. El lector sigue su historia desde que es adoptada, junto a un hermanastro negro, hasta el momento en que la llevan a una comisaría tras un intento de suicidio.

El relato describe un sinfín de calamidades que afectan su vida. Desde la explotación infantil hasta el intento de violación y la convivencia con la prostitución, el delito y la miseria en todas sus formas.

El inicio de la narración es la reproducción textual del relato bíblico de Tobías - del Antiguo Testamento - interrumpido para dar lugar a los fragmentos del "Manual del Pastelero y Confitero Universal" - libro de comienzos del siglo XX.

Biografía:


Armonía Somers, seudónimo de Armonía Liropeya Etchepare Locino, nace en Pando (Uruguay). Es la hija mayor de un comerciante anarquista, anticlerical y librepensador llamado Pedro Etchepare, y de una madre muy católica, María Judith Locino. Se la acepta en la escuela privada de un maestro español siendo la única mujer del grupo. En la biblioteca de su padre, encuentra a autores decisivos para su formación como Piotr Kropotkin, Giacomo Leopardi, Charles Darwin, Dante Alighieri, Edmund Spenser y otros. En 1927, Armonía termina sus estudios primarios y se inscribe en la "Escuela Normal" en Montevideo. En aquel momento, representaba la única posibilidad de adquirir algún diploma superior para una muchacha.

Sobre su vida se han forjado varias leyendas. Ella misma, contribuyó a crearlas y divulgarlas. Se encontrarán distintas fechas para su nacimiento en diversas historias de la literatura y enciclopedias, que van desde el año 1914 hasta 1930. Pensando en la sociedad puritana de entonces, se dice que el seudónimo elegido por ella, se debe al deseo de ocultar la identidad verdadera de quien, en 1950, publicó la novela erótica "La mujer desnuda". Sin embargo, muchos consideran que se trata de un autor hombre o incluso, de un grupo de escritores vanguardistas. Siempre evitó que se le tomaran fotos. No fue hasta poco antes de su muerte que autorizó a consultar los documentos oficiales que permitieran dilucidar este enigma.

Es considerada el 'lobo estepario de la generación del '45'. Muchos, la incluyen en la corriente de la 'literatura imaginativa' que rompió con los moldes del realismo ficcional uruguayo. Sus textos están impregnados de una atmósfera macabra, no exenta de violencia y erotismo. La intertextualidad presente en su obra la hace de difícil lectura ya que contiene elementos arquetípicos, surrealistas y bíblicos que enrarecen sus escritos.

Novelas:


- La mujer desnuda. Montevideo - 1950
- De miedo en miedo. Montevideo - 1965
- Un retrato para Dickens. Montevideo - 1969
- Sólo los elefantes encuentran mandrágora. Buenos Aires - 1986

Cuentos y novelas cortas:

- El derrumbamiento. Montevideo - 1953
- La calle del viento Norte y otros cuentos. Montevideo - 1963
- Todos los cuentos, 1953-1967 (2 tomos). Montevideo - 1967
- Muerte por alacrán. Buenos Aires - 1978
- Tríptico darwiniano. Montevideo - 1982
- Viaje al corazón del día. Montevideo - 1986
- La rebelión de la flor. Montevideo - 1988
- El hacedor de girasoles. Montevideo - 1994.

"Un retrato para Dickens" llegó a mis manos de manera singular. En mi mente, habitualmente difusa, veo a mi padre afirmar que se lo ganó en un sorteo laboral. ¿Será así?. Lo cierto es que fue raro cómo apareció. Un hecho tan extraño como su autora. Silvia G.

1 comentario: